Los próximos Seminarios Online los hará Gemma Guillamón, asesora de porteo, así que he pensado en hacer algo así como el mes de la crianza en brazos (esto existe oficialmente, pero yo lo voy a celebrar en mi página… porque yo lo valgo). Para ello, entre ella y yo vamos a publicar varias entradas relacionadas con el tema, a modo de introducción, hasta llegar al día de los webinars:

1.- (27 Feb) No lo cojas en brazos, que se acostumbra
2.- (2 Mar) Que no os separen: por qué es importante el piel con piel al nacer
3.- (6 Mar) El método canguro: también para los bebés que no son prematuros
4.- (9 Mar) Por qué decidí portear a mis hijos
5.- (13 Mar) Beneficios de portear a tu bebé
6.- (17 Mar) Riesgos de portear mal a un bebé
7.- (25 Mar) El Porteo como Estilo de Vida – Seminario Online
8.- (1 Abr) Portabebés en la vida real – Seminario Online

Las 10 razones por las que decidí portear a mis hijos

Ya no vivimos en la época de nuestros padres, cuando se decía que el llanto era bueno y que ayudaba a ensanchar los pulmones. Ya no vivimos en esa época en que se decía que era bueno que lloraran y que no les pasaba absolutamente nada.

Ahora vivimos en el siglo XXI y, entre muchas otras cosas, se ha descubierto que coger a los bebés en brazos y portearlos es bueno en muchos aspectos. Por eso hoy os doy las 10 razones por las que decidí portear a mis hijos.

1. Les da seguridad y tranquilidad

Coger a los niños en brazos, portearlos, les da seguridad y tranquilidad y les permite desarrollar su personalidad en un clima afable y de confianza.

2. Se aplazan las desventajas de llegar al mundo de manera temprana

Si alguna vez habéis visto algún programa de Redes dedicado a los niños, habréis oído a Eduard Punset explicar que los bebés, ahora, nacen todos prematuros. Aun cuando nacen a término, lo hacen antes de tiempo, antes de estar preparados para esta vida. Por eso los primeros meses son bastante duros para ellos y para los padres.

Ante esta situación, se recomienda que después de llevar durante nueve meses al niño encima (dentro), se siga llevando al niño encima, pero fuera, para que los primeros meses los pase del mejor modo posible en lo que se conoce como exterogestación.

3. Calma el llanto

No siempre, pero sí muchas veces, porque son muchas las veces que llorando nos están pidiendo contacto, cariño y seguridad.

4. Cuantos más brazos y porteo, menos cólicos

Un estudio que data de 1986 (hace más de 25 años, oigan), ya reveló que los bebés que pasaban más rato en brazos lloraban menos por las tardes.

Es decir, cuanto más rato pasan en brazos durante el día, cuanto más tranquilos están y cuanto menos se agobian y estresan, menos lloran por las tardes.

5. Más brazos, menos aires

Estando en vertical hacen mejor la digestión y echan el eructo mejor que cuando están tumbados. Si además tenemos en cuenta que los niños cuando lloran tragan aire y que si los cogemos poco lloran más, nos encontramos que, a más brazos, menos llantos, y a menos llantos, menos aires.

6. Se desarrollan viendo el mundo que ven papá y mamá

Cuando van en portabebé ven el mundo de quien les lleva, ven lo que hace, oyen lo que dice y, en cierto modo, papá y mamá se convierten en las piernas de los bebés, transportándole a todas partes y enseñándoles a vivir de manera indirecta, mientras ven todo lo que hace el adulto.

7. Se evita la plagiocefalia

La plagiocefalia es una alteración en la formación del cráneo de los bebés que hace que se queden literalmente “chafados” por detrás, por culpa de pasar demasiado tiempo tumbados boca arriba. Si además de cuando duerme, un bebé pasa mucho tiempo en cochecito, puede pasar muchas horas tumbado, favoreciendo la aparición de una plagiocefalia.

8. Son más felices, engordan más

Los niños que son más tocados, más acariciados y más amados son más felices, están más tranquilos, más estables y ganan más peso (no hay demasiados nervios ni demasiado estrés y en consecuencia los niños no gastan energía en estar alerta).

9. Les ayuda a dormir

Por lo que se sabe de los bebés y los niños, que son seres que luchan por su supervivencia y que en caso de verse solos reclaman compañía, es lógico afirmar que los bebés que son acunados por sus padres dormirán antes que los que tienen que dormirse sin el calor humano.

10. Ayuda a madres y padres a vincularse con sus hijos

El roce hace el cariño y, cuanto más roce, más cariño. No digo con esto que los padres que portean más a sus hijos les quieran más que los otros padres: el amor de un padre no se mide. Es simplemente que cuanto más cerquita están unos de otros mejor es la relación, mayor el entendimiento, más se conocen mutuamente y más besitos caen.

De hecho, he puesto 10 razones, pero con esta última bastaba, porque las otras las descubrí después. Yo ya porteaba y llevaba a mis hijos en brazos antes de saber todo eso, porque en realidad decidí hacerlo porque quería. Porque los primeros días de Jon fueron en nuestros brazos, para que estuviera tranquilo y no llorara, para que fuera un bebé feliz, y eso determinó nuestro modo de cuidarle.

Foto | Suzanne Shahar en Flickr


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